27/7/08

Cruzada Dimensional

Capitulo 1: Preludio - Parte 1

Vida se define como el estado intermedio entre el nacimiento y la muerte. Según las creencias la fusión del espíritu puro con el cuerpo orgánico, la esencia del pecado. Según las ciencias es el estado de un organismo en el cual este puede nacer, crecer, comer, respirar, reproducirse, morir y dependiendo la especie razonar y pensar. Según los ateos es la etapa en la cual un artefacto puede encenderse para crecer, respirar, comer, reproducirse, apagarse (morirse), hacer razonamientos y puede ser útil.…

El día era cálido de brisa fresca. Nos encontrábamos en una llanura llena de fresco pasto. Mi esposa reclinada en un árbol dormía mientras sujetaba dos tiernos bultitos. Me acerque lentamente y con mi mano derecha le acaricie su delicada cara. Ella me sonreía mientras me tomaba de la mano. Ella decía con una voz tenue: “Es hora de macharte de nuevo...verdad…” Me hinque y con mi mano debajo de su boca la bese. Con una voz tierna le susurre: “Esta será la última vez, te lo prome…to.” Tome me al mayor de los niños de sus brazos mientras me le quedaba viendo fijamente. Desmonte mi espada de la cintura y la puse a un lado de ella. Recargándome en el árbol junto a ella contemplamos el bello cielo azul.

Una flecha se aproximaba rápidamente hacia mi esposa. La detuve con mi mano, quedándose incrustada en ella. Con gran rapidez la quite, para después despertar a mi esposa que dormía tranquilamente. Ella se despertó con gran exaltación mientras me gritaba por aquella mano ensangrentada. Le dije que huyera con el bebe para reunirnos más tarde en la ciudad. Ella me pregunto porque no le daba a los dos pero yo le respondí que buscaban al mayor, por lo tanto si ella se lo llevaba de seguro la matarían. Yo escaparía con el mayor así que le dije que no se preocupara. Tome mi espada del suelo…

Corriendo en el bosque mientras la sangre corría por mi cara y mi mano solo pensaba en volver a verla a ella y a nuestros hijos bien.

Un cuarto oscuro, una noche estrellada, una copa cayendo, cristales bailando…

En un cuarto oscuro un cuerpo esta tendido, una mano que sangra y empapa todo el piso.

Una bella mujer de largo pelo oscuro de gabardina y sombrero café se dirige hacia un portón blanco, es la puerta de una escuela de medicina. Pasa aquel mágico portón y a su lado pasa de largo una plaza con la escultura de un engranaje. Ella sigue adelante y atraviesa una pequeña calle dentro de la facultad pisa el preludio de la entrada y entra a la recepción. La entrada esta formada de varias columnas y dos estampados uno de Zapotlatenan y el otro de la próxima centuria, se detiene y mira a un joven con bata blanca el cual le muestra un bastón con un listón amarillo en su punta. La dama intercambia miradas con él y saca un bastón de su espalda con un listón azul rey en su punta. Ella exclama, “Eres tú a quien llaman la séptima tempestad…coronel Ámsterdam o acaso eres otra clase de asesino…,” él se acerca a ella, le toca el hombro y le responde entre risas sangronas, “Yo también veo aquí a una asesina que asegura decir que nunca a pecado, pero aun así sigue matando o no es así dama de la luna llena…,” ella quito la mano de él de su hombro y se alejo un poco de él.

La dama hizo girar su bastón con una mano, lo detuvo precipitadamente y grito: “¡Fractura dimensional: estado cinco!,” el tiempo se detuvo y todas las personas desaparecieron.

Ella grito y tomando el palo de en medio se dirigió hacia él con gran velocidad mientras él hacía lo mismo. Chocando con gran poder se miraron frente a frente mientras él le susurraba indecorosamente: “Hermosa asesina, ten cuidado con lo que traes…esa es una arma muy peligrosa, los bastones dimensionales no son un juguete. Pueden destruir huesos o explotar órganos con un simple golpe…no me vayas a matar porque si no voy a llorara…,” ella se enfureció mientras se movía hacia atrás. Una y otra vez chocaron hasta que al agacharse la dama le propino un golpe directo al tórax. De pronto se escucho un gran grito del coronel Ámsterdam mientras tosía sangre. En unos cuantos segundos él cayó al suelo mientras miraba con un gran odio a la dama, él le dijo mirando la a los ojos: “¡Mátame de una vez maldita y cumple tu trabajo!…” Ella se acercó moviendo la cabeza con un gesto de no, se hinco frente a su cara y le dijo sin ningún signo de odio o coraje: “Yo sé que soy una asesina por el nombre de la organización a la que pertenezco pero yo no he cambiado mi ideología. La cual aunque me obligara la organización jamás la cambiaria. Yo creo que matar no importa el porqué siempre es malo ya que todos tienen el derecho a la vida y no se puede juzgar a alguien como si se fuera un dios matando por capricho propio. Solo te diré una cosa mas no me importa si aun me tienes odio o si me quieres matar yo creo que aunque no lleguemos hacer amigos nos lleváramos bien. Yo creo que la gente puede cambiar…solo pondré un sello en ti el cual sellara tus habilidades y el cual evitara que uses tus poderes contra la gente o con intenciones de mal... tan solo podrás usarlos en defensa propia, también este sello evitara que te mates tu solo y si lo haces no morirás ya que la única forma en la que podrás morir es de dos formas de enfermedad o por otra persona ajena a ti…”

Ella levanto el palo y lo presiono sobre la frente del coronel.

Veo un cuerpo ensangrentado… es una mujer…veo un hombre que la abraza… mientras mira al cielo gritando ¿Por qué?...


Continuara...

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