20/9/08

Regresamos

Después de un gran receso por trabajo de la escuela publico rapidin jaja…


Espero poder publicar mas seguido pero la escuela es algo absorbente. Durante el tiempo en que me tarde en publicar, publicare trabajos de amigos. Habrá mas encuestas así que participen. Espero que la gente participe más y que un productor diga que quiere hacer un manga con una de mis historias (jajaja en mis sueños). Nos vemos en el próximo post.

La Ciudad de la Princesa de Blanco


Capitulo 2: El deposito de Tláloc.

Al día siguiente yo y mi abuela fuimos al convento que estaba cerca de la aldea. Se nos estaba estrictamente prohibido salir de nuestra comunidad ya que las personas provenientes del mar a los que se hacia llamar “los españoles” cuidaban que nadie saliera o entrara a la aldea por razones que aun no comprendíamos. Mi abuela, yolicayotl, es la representante del pueblo y tenia muy buena relación con los monjes del convento especialmente con el monje Bernardo que era uno de los jefes del convento.

El sol apenas mostraba sus narices entre las montañas mientras nosotros nos escurríamos por un antiguo camino que usaban nuestros antecesores para llegar a lo que eran las ruinas del deposito de Tláloc*. El camino estaba lleno de abundante vegetación verde y pinos, el camino estaba marcado con pequeñas inscripciones puestas en la base de los pinos las cuales solo se podían visualizar si se les ponía cierta cantidad de agua ya que se confundían con el contorno de los pinos. Tiempo después llegamos a lo que al parecer era una cueva con un pino exactamente en medio de la entrada lo cual me dio mucha gracia porque pensé que ese pobre pinito no cubriría toda la entrada. Mi abuela se hinco en frete del pino que se encontraba en la entrada de la cueva y me pidió que pusiera agua a su alrededor, pronto surgió un mensaje el cual no entendía muy bien porque todavía no sabia escribir mi idioma pero lo único que entendí fueron los números que venían al final los cuales eran ce (uno), xictli (cero) y chicnahui (nueve). Mi abuela me dijo que me aprendiera muy bien los números y me dijo que la siguiera, al entrar a la cueva observe que sus paredes estaban cubiertas por enredaderas y que en el techo había aros tallados en la piedra que apenas eran perceptibles a simple vista.

“Oye Yaocuauhtli, ¿tú sabes cual era el pasatiempo mas divertido para nuestros antecesores?” pregunto mi abuela pero a pesar de que pensaba y pensaba no encontraba una respuesta mientras ella se comenzaba a reír discretamente. Después de un rato ella me respondió “Pues a ellos les fascinaban los acertijos especialmente los que envolvían las matemáticas, la astronomía y lo irreal, especialmente lo ultimo porque ellos decían que aquella persona que viera a través de lo obvió seria capas de ver lo irreal es decir lo que es real y descubrirá que lo que ve es tan solo una posibilidad de detrás de muchas más,” yo no le entendía muy bien y le pedí que me explicara un poco más y ella me respondió “Si tomas ome (dos) barras y las rompes en ome (dos) pedazos ¿Cuántas ramas tienes?” y yo le respondí que nahui (cuatro) pero ella se rió y me declaro “Imagínate que te hubiera dicho que ciertos datos que fueran falsos o que las ramas extra que partí antes de que las contaras las tire y tan solo me hubiera quedado con ome (dos) ramas en todo caso los resultados cambiarían pero al mismo tiempo tu respuesta es correcta pero es tan solo una posibilidad más. Mira tomemos el texto de la entrada lo puedes leer y veras que es un escrito con yei (tres) números al final; el escrito dice “calaquiliztli (Fragancia) aaqui (Gozar) icalaquian (oeste)**” muchas personas pensarían que es un poema con yei (tres) números al final pero otras pensarían que es una clave y en si sí lo es pero es una clave ce tzintiliztli ome itlamia yei (uno inicio dos al final de)*** que quiere decir que yei (tres) letras de cada palabra forman una nueva palabra que en nuestro caso seria el mensaje y porque yei (tres) letras porque son yei (tres) números al final.” Yo pensé que los números eran para algo más y le pregunte mientras me explicaba y ella dijo que si eran para otra cosa pero para descubrir el mensaje primero necesitas ver cuantos números hay al final y no dejarse llevar por los números en si (es decir que los sumes o pienses que es un código, etc.). Ella me siguió explicando que como es una clave ce tzintiliztli ome itlamia; la palabra numero ce (uno) tomarías las letras tzintiliztli (del inicio) y de las ultimas ome (dos) tomarías las itlamia (letras del final) y formaras la palabra calaquian (entrada) la cual nos indica que los yei (tres) números al final son nada mas y nada menos que unas coordenadas dentro de la cueva; ante tal respuesta me quede maravillado, la comencé a alabar mientras ella me decía que no me hiciera el tonto y que nos apresuráramos porque nos podrían descubrir. Ella vio los aros en el techo al igual que yo y me dijo que la siguiera hasta el aro chicnahui (nueve). Hay me ordeno que comenzara a caminar hacia la pared derecha mientras ella izquierda, cuando nos encontrábamos frente a las enredaderas me dijo que buscara un pasadizo el cual encontré y le avise a ella para que viniera. Los dos atravesamos las pesadas enredaderas y encontramos un pasillo oscuro con una puerta de madera al final, al llegar a ella la abrí cuidadosamente mientras esta crujía, al entrar me quede estupefacto había una estatua gigantesca de Tláloc de cuyas manos brotaba agua cristalina la cual caía en ome (dos) canastas de piedra (ce [una] por cada mano). Las canastas chorrean agua mediante unas ranuras cuadradas en su base hacia unas fuentes en el piso. Dentro de las fuentes hay una estatua que no es tocada por el agua pero el agua creaba una pantalla alrededor de las estatuas, en la fuente que corresponde al brazo derecho de Tláloc esta la estatua de Matlalcueye**** y la que corresponde al brazo izquierdo la de Chalchiutlicue*****. Las fuentes están conectadas a canales de piedra que se dirige unos cuantos pasos a delante y luego se introducen dentro de las paredes respectivas de cada canasta (la canasta derecha en la pared derecha y la izquierda en la izquierda). Entre las fuentes hay una puerta de piedra enorme con una pintura de Tláloc en ella.

Mi abuela se acercó a donde se metía el canal derecho a la pared y movió lo que al parecer era una cortina de hojas mientras me hacia señas de que la siguiera. Entramos a lo que era otro pasillo oscuro, ella me tomo de la mano diciéndome que al final del pasillo se encuentra una entrada al convento. Tiempo después yo le pregunte que como este pasillo se comunicaba con el convento; ella e respondió que tiempo después de la invasión se estableció el convento por estos rumbos y en la construcción de éste descubrieron este pasillo pero yo le comente al monje Bernardo que mejor lo dejara abierto en secreto por si algún día ocurría algo; este pasillo conduce exactamente a su habitación o mejor dicho a su ropero. Luego le dije que si entonces sabía del pasadizo porque hicieron ese recorrido y le pregunto lo de las claves, ella se rió mientra me decía: “para ver que hacías”. En fin, llegamos más tarde a lo que era una pequeña puerta de madera con una cuerda colgando a un lado la cual mi abuela jalo barias veces mientras se escuchaban unas campanadas. En cuestión de poco tiempo se escucho que alguien entro a toda prisa al cuarto mientras cerraban una puerta, se escuchaban pasos que se hacían más y más fuertes yo me puse muy nervioso pensando que nos descubriría pero en cuanto abrieron la pequeña puerta de madera mi abuela grito mientras yo gritaba del miedo. Al final termine llorando y mi abuela riéndose mientras el monje Bernardo nos sacaba del armario.

Yolicayotl y el monje Bernardo se dieron un gran abrazo mientras se decían que hace mucho tiempo que no se veían, el monje me sobo la cabeza y me dijo que a mis cinco años que me contaba la vida pero no le entendí muy bien y le respondí nada mientras el me sonreía. El nos pregunto que porque la inesperada visita y la abuela le me dijo que le entregara el disco pero antes de entregárselo alguien toco la puerta. El monje pregunto que quien era y solo se escucho Pablo uno de sus monaguillos mon. señor Bernardo, yo me llene de alegría porque era un amigo que conocí ase un año y hacia tiempo que no lo veía así que le grite Pablo soy Yaocuauhtli. El monje lo dejo pasar y de nuevo cerro la puerta mientras nos decía que no hiciéramos ruido y nos sentáramos aun lado de la mesa a platicar, la abuela y el monje se dirigieron a un pequeño cuarto que se encontraba alado de la cama del monje a platicar.

Hay con Pablo vi que el cuarto de monje Bernardo había una cama no muy grande, una cosa hecha de madera que llamaba ropero mi abuela, y una mesa con dos sillas donde estábamos Pablo y yo. El cuarto de atrás me comento este Pablo que se llama oratorio y es donde los monjes rezan.

El tiempo paso y mi abuela y el monje de nuevo entraron a la habitación principal con dos asientos. Se sentaron junto a nosotros, el monje me volvió a pedir el disco mientras lo sacaba de la bolsa que la traía. El monje lo observo de un lado a otro cuando de repente saco a Pablo del cuarto cerro la puerta y nos metió en el oratorio. El monje miro a mi abuela y le dijo que ciertas escrituras están en un idioma al que llaman latín y otras lenguas pero lo más importante es que el texto que viene latín menciona al reloj del o…caso…y la espada…de la Lu…z

Tiempo, números, oscuridad, estrellas, luz y fe todas partes de una misma verdad, la nada…

Ve a través de ellos y descubrirás…

No solo una verdad sino una infinidad respuestas…

Reloj mío no llores más…

Mira el atardecer y comienza correr tus manecillas ya…

Mientras que el cielo se oscurece…

Este rojo se torna…

Y los mares hiervan…

Es hora de que el reloj del ocaso comience a correr…

Es hora de que la espada brille una vez más…

Semper pax, lux aeternitatis

Continuara…

Es una historia inventada.

Referencias

*Tláloc: dios de las aguas que influyo en toda Mesoamrica.

Pagina: http://es.wikipedia.org/wiki/Tlaloc

**Goza la fragancia del Este

***Primer palabra al inicio de está, ultimas dos al final de estás

****Matlalcueye: Segunda esposa de Tláloc.

*****Chalchiutlicue: Tercer esposa de Tláloc. (Señora de las aguas dulces)

Pagina: http://es.wikipedia.org/wiki/Matlalcueye

Palabras de origen náhuatl:

Números: ce, xictli, chicnahui, ome, nahui y yei.

Palabras: Calaquian, calaquiliztli, aaqui, icalaquian, Tzintiliztli y Itlamia

Pagina: http://aulex.ohui.net/nah-es/

Triunvirato de Magia


Capitulo 2: Eventos Inesperados

Una vez disperso el humo se observaba desde las alturas una cúpula blanquecina. Una persona de vestimentas rojas permanecía en las alturas con los brazos cruzados. “Que mal, en verdad que mal, porque no te has muerto maldita Merlfire, así hubiera sido más fácil,” el hombre de prendas rojas dijo entre risas sangronas. Levanto sus manos e invoco al fuego mientras una enorme bola llameante aparecía. Merlfire guardo su espada y comenzó con una voz fuerte a proclamar un hechizo: “Tierra inestable, roca inmutable, precaria transformación, permuta la ejecución... ¡concatenación cadenaria!”

Levanto su brazo derecho y de pronto una cadera surgió del piso. Esta se dirigía precipitadamente hacia el hombre de rojo cuando a cinco centímetros de su pecho la punta de la cadena se detuvo. El solo sonrío diciendo: “Creo que la edad te ha afectado Merlfire… ya no puedes ni ejecutar un simple hechizo bien.” De pronto la cadena comenzó a temblar, era Merlfire que subía rápidamente por ella. Saco de su bolsillo izquierdo unos pergaminos, se mordió el dedo índice y escribió sobre ellos. Después de terminar los lanzo al aire mientras hacía doce señas con las manos. “Séptimo sello celestial de Buda,” ella grito mientras los papiros se dirigían hacia él como cuchillas asesinas. El hombre bajo sus brazos y de una manga saco una esfera de cristal. “Mostrare reflexus,” dijo con gran calma el hombre de prendas rojas mientras la esfera ascendía hasta el nivel de su cara.

Una pantalla de vidrio se posesiono frente a él mientras aquellos ocho pergaminos se acercaban rápidamente. Un pergamino se posesiono sobre él, otro se posiciono debajo de él y los restantes a su alrededor. Merlfire se detuvo a medio metro de la punta de la cadena quedando frente a él. Ella saco su espada celta mientras con una voz fuerte preguntaba: “¿Quién eres?” Él respondió tranquilamente: “Centinela 9… Winslow Grow tu pe-c-a-d-o…,” él dejo caer la esfera.

Al ver tal acción ella posiciono la espada hacia su cara mientras gritaba: “¡Segunda etapa del sellado!... ¡Cuarzo de Alcatraz!” La cadena se desplazo rápida mente a través del centro de cada pergamino que se encontraba a su alrededor. Velozmente se formo un círculo grueso con la cadena alrededor de él cuando de pronto la cadena se dirigió abruptamente al pergamino sobre su cabeza. Luego regreso hacia el anillo que había formado solo para dar un giro y precipitarse al pergamino debajo de él. Grow solo movía la boca mientras las cadenas formaban una estructura en forma de cuarzo.

La esfera de cristal reboto sobre el suelo… se escucho el sonido de listones moviéndose mientras Grow susurraba unas palabras: “Morten Genocidium.” Merlfire tan solo noto un movimiento sutil de sus labios mientras él mostraba una calma inexplicable.

“Mira alguien pregunta ¿En que se parecen la sangre, la nieve y la destrucción?... ¿No sabes?, es fácil. En que todas son bellas cuando caen a tu alrededor…,” Grow comento fríamente; pequeñas gotas rojas comenzaban a caer del cielo. Merlfire quedo petrificada ante tal escena mientras aquella tierna lluvia caía sobre ancianos, jóvenes, sabios y compañeros… todos estaban acostados sobre las gradas y en el piso como si tomaran una pequeña y cómoda siesta. Grow trono los dedos rompiendo las cadenas que lo encerraban, camino lentamente hacia Elizabeth y pronuncio unas palabras suavemente en su oído: “Primer acto...espadas del infortunio.”

De un momento a otro el paisaje se torno blanco. Alrededor de Elizabeth se observaban escombros y partes de cuerpos. Ella estaba parada frente a Grow con dos espadas incrustadas en el pecho (una que entraba hacia él y otra salía de él). Un niño gritaba mientras un señor le cerraba la boca. “Mis compañeros...,” el niño gritaba espantado ante lo que veía. Merlfire y Grow tan solo los veían extrañados mientras intercambiaban miradas con el señor. Merlfire reacciono y les grito que huyeran pero Grow se precipito hacia ellos. El señor tomo un bastón que traía en su espalda. Luego lo entero en el piso mientras recitaba unas palabras: “Tenacaztli mecatln iyohuilli tletl.” Del piso surgieron cuatro cuerdas que sujetaron cada extremidad del cuerpo de Grow. Las cuerdas comenzaron a retraerse retornado de nuevo a la tierra y sujetando firmemente a Grow al suelo. El señor suelta el bastón dejándolo caer al suelo, lo patea de la punta y recita unas últimas palabras: “Icpalli tenacaztli.” El cuerpo de Grow comienza a levitar mientras una silla de piedra sale del suelo; Rápidamente las cuerdas crean tensión y lo azotan contra está. Una vez en aquella silla con las manos y pies sujetos; el señor se acerca hacia donde esta Merlfire. Frente a ella llamo al niño por el nombre de Quetzalcóatl pero el solo permanecía hincado entre los escombros. Después de unos cuantos gritos el niño reacciono, camino hacia donde estaba su maestro el cual le ordeno que se posicionara detrás de Merlfire.

Ella le pregunto con debilidad: “Tonatiuh… ¿Cómo sigues vivo?...” Él tomo el mago de la espada que sobresalía de pecho de Merlfire y le pidió a Quetzalcóatl que tomara el mango que sobresalía en la espalda. Sin ningún gesto en la cara, Tonatiuh le respondió: “Acabamos de llegar… la verdad no sé ni lo que esta ocurriendo… (Hubo un pequeño silencio cuando de pronto grito)… ¡Jala!” Al momento en que retiraron las espadas estas no mostraban ninguna huella de sangre. Merlfire permanecía parada y estática mientras Tonatiuh daba cincos pasos hacia delante. Tonatiuh clavo la espada en el piso… le pido a Quetzalcóatl que hiciera lo mismo pero antes de eso él abraso fuertemente a Merlfire. Tonatiuh le dijo gentilmente al oído: “Ahorra puedes descansar…” Quetzalcóatl clavo la espada en el piso. Un circulo brillante unió a las espadas… desde el cielo se observaban círculos que formaban como un tiro al blanco en cuyo centro estaba Merlfire. 5, 3, 2, 1, 1 estos números aparecieron sobre los círculos formados. Merlfire callo desmayada sobre los brazos de Tonatiuh mientras machas rojas comenzaban a brotar de su vestido. La acostó en el piso y le pido a Quetzalcóatl que se quedara con ella.

Paso por un lado de Grow. Él cual le hablo: “Ganaste… ¿Por qué no completas el juego? (Sonrío Grow)… ¿Por qué no me das lo que merezco?... ¿A caso no ves a todos los muertos?...Tonatiuh siguió adelante pero contestando a lo que le había preguntado Grow susurro: “Yo no veo muertos… veo tan solo victimas… y ellas tan solo están durmiendo.”

Tonatiuh se detuvo en el centro de aquel mar de escombros y cuerpos, levanto las manos y con una sonrisa melancólica dijo: “El quito sol deberá desaparecer para que su gente sea libre… aquel sol del movimiento se consumirá… para salvar lo que aprecia mas… su pueblo…su esencia… su ser.” Todo el sitio se lleno de antiguas escrituras mientras con una sonrisa tierna al parecer se despedía de Quetzalcóatl… “Maestr… o,” Quetzalcóatl lloro.

“El quito sol deberá desaparecer para que su gente sea libre… aquel sol del movimiento se consumirá… Elizabeth despierta… para salvar lo que aprecia más… su pueblo…su esencia… su ser… Elizabeth despierta…”Merlfire se despertó con gran exaltación mientras observaba a su alrededor. Al parecer todo había sido un mal sueño ella pensó. La Corte Mágica prosiguió con gran calma. Nuevamente el señor de prendas verdes hizo su aparición para dar por concluida La Corte y dar el anuncio de la nueva cede que sería en el 2010 en la aldea Apache de Arizona.

Las personas se despedían de los grandes magos hasta que quedo solo el recinto. Merlfire y Lao Tse se encontraban platicados por un pasillo del edificio cuando de pronto Merlfire recordó que había olvidado las cartas de Stonehenge en su asiento. Ella le pidió a Lao Tse que se adelantara mientras recogía aquellas cartas.

Una vez frente aquel asiento comenzó a pensar en aquellas visiones que había tenido. Tomo las cartas y se digno a sentarse un rato. Entre risas, recuerdos y tonterías ella miraba con gran ternura a su alrededor. Al estar observando comenzó a notar algo en frente de ella. Al parecer la figura de una espada. Cerró los ojos y se los tallo para ver que lo que veía no era parte de su imaginación. Pero aun que lo hacia una y otra vez la espada seguía en ese lugar. De pronto una persona apareció apoyándose en la espada… ella dijo: “Tonatiuh…”

Había pinos por montón cubiertos con una fina capa de nieve al igual que el piso. El sol se ocultaba mientras pintaba de colores el firmamento… dos personas caminaban a la distancia…

“¿No tienes mido que te mate o… mate más personas?,” un señor pregunto.

“Aun no lo has hecho, ¿no?,” un joven respondió y pregunto.

“Esta bien… pero…si…mmm....,” el señor respondió pensativo.

El joven se detuvo.

“Si lo hago no hoy… sino mañana…,” el señor hablo de nuevo.

“Entonces veremos… no puedes juzgar a alguien que aun no ha hecho nada,” el joven replico. Los dos siguieron caminando en el bosque. “No puedes juzgar a alguien que aun no ha hecho nada… verdad maestro…,” el joven pensó mientras sonreía. El día callo, la luna salió, el viento soplo… los dos extraños continuaron con su viaje.

Continuara...

Cruzada Dimensional


Capitulo 1: Preludio - Parte 2

24 de Marzo del 2008 Facultad de medicina, es el inicio de semestre y todos los estudiantes sueñan con algún día curar a la gente.

Yo me encontraba sentado en un asiento cerca de las ventas mirando ese gran mar azul que llaman cielo. El salón aunque pequeño era confortable aparte sus paredes eran de un color blanco crema el cual me agrada mucho. Cuando ya era casi hora de empezar la clase una simpática joven hizo su aparición la cual me lleno de alegría y felicidad. Yo le dije que se sentara delante de mí que viniera pero ella solo me sonrío como si me conociera de toda la vida. Y como no me iba a conocer ella era una muy buena amiga de la infancia pasamos el jardín de niños, la primaria, la secundaria y el primer año de preparatoria juntos después de eso yo no supe nada de ella hasta ese momento en el que entro. Ella se sentó delante de mí y le dije que como había estado, que había hecho, si tenía correo electrónico, etc. Pero ella solo me contesto que estaba bien. Yo me sentí un poco confundido porque no hablaba con esa alegría que solíamos hablar. Decidí ya no molestar la, pensé que posiblemente no estaba de humor así que mejor puse atención a la clase.

Al acabar las clases me digne a preguntarle que había pasado, pero ella solo respondía que nada. Después de ver por donde le podía sacar información le pregunte que si vivía cerca o donde mismo porque ella en la preparatoria me había comentando que se iba a mudar a San Luis Potosí porque su abuela se encontraba muy grave y que nadie la podía atender nada mas que su madre. Ella me comenzó hablar. Ella dijo que vivía más o menos cerca y le pregunte si la podía acompañar. Ella me dijo que si mientras me sonreía entones pensé que lo que paso en la escuela no fue nada. Durante todo el camino solo veíamos el cielo. Yo hablaba pero nunca intercambiamos palabras. Observe que en su mano traía un guante aunque no comente sobre ello. Al llegar a su casa le dije que se cuidara pero antes de terminar de despedirme me pidió que si me podía quedar a tomar un café lo cual me alegro mucho. La casa era más o menos grande, cuando llegamos a su cocina me pidió que me pusiera cómodo y que me sentara mientras preparaba el café. Con el bote café en la mano comenzó a llorar. Yo me acerque a ella y tomándola de los hombros le pregunte tranquilamente: “¿Qué es lo que te preocupa?, ¿Qué es lo que te pasa?, tu sabes que somos buenos amigos puedes confiar en mí o acaso estas muy feliz de verme (mientras le sonreía).” Ella se reía un poco pero a pesar de eso seguía llorando cuando de pronto quito mis manos bruscamente y me grito con una gran desesperación: “No sé quién eres, no sé quién eres…solo sé que eres alguien importante pero no sé quién eres…así que por favor no me hables como si me conocieras desde siempre…porque solo sé que eres importante pero no sé porque,” ella se cayó al piso y comenzó a golpearlo con las dos manos. Me hinque y tomándola de nuevo de los hombros le dije tranquilamente: “No llores más, sino recuerdas no hay problema, a mí lo que me importa es que estés bien, sino me recuerdas te ayudare a recordar o sino comencemos desde cero pero no te quiero ver así. Primero dime que ha pasado para ver en que te puedo ayudar…” Ella me miro mientras me abrazaba desesperadamente.

El charco de sangre se vuelve un mar, mientras ella poco a poco va perdiendo el color y el calor. Él pide ayuda a Dios mientras una persona de negro se le acerca.

La persona de negro le dice: “El tratado de Versalles queda terminado…”

Ella noto que él ya no respiraba, que no se escuchaba ningún ruido, que su reloj ya no corría, que el tiempo se había detenido. Una mujer aparece desde la puerta de la cocina moviendo la mano con signo de negación. Ella le dice sin rodeos: “Samantha tu sabes muy bien que no debes de mostrar debilidad, tu muy bien sabes que no debes mostrar confusión, tu muy bien sabes que no puedes contar que haces y lo que eres…” Un hombre se posiciona detrás del muchacho y le dice a ella: “Acaso no te acuerdas del tratado de Versalles, tienes una misión, cúmplela…”

Yo me levante precipitadamente, me encontraba en mi cuarto. Veía unas cortinas azules que me traían una cierta melancolía. Me acuerdo que de niños Samantha y yo jugamos a las escondidas en la escuela y que nuestro lugar preferido para escondernos era unas cortinas azules en el salón. Me pare de la cama y me dirigí a las cortinas. Moví un poco las cortinas mientras contemplaba la hermosa luna azul y me repetía una y otra vez eso fue un sueño o fue real…

A la mañana siguiente me levante temprano como siempre. Eran como eso de las 5:00 AM. Me bañe, desayune, me lave los dientes y prepare mi mochila pero antes de irme encontré tirada una pulsera de color azul rey. Pareciera como que Samantha me dijera que fue real lo de ayer. Entre risas la recogí y recordé aquella vez que me la dio. Eso fue en la secundaria, ese día hacia un calor tremendo muy apenas si podíamos andar afuera cuando sentados en un árbol me tomo la mano y me dijo sonriente: “Espero que siempre seamos amigos.” Después que retiro su mano encontré una pulsera azul rey en mi mano y le pregunte qué era eso. Ella me dijo tranquilamente: “Esta es una pulsera de la amistad cuando estés en peligro te ayudara…” Me quede pensando un rato, puesto de pie dije hokus pocus extendiendo la mano. Repetí varias veces con diferentes palabras hasta que me pregunto ella qué que estaba haciendo y yo le respondí que activando la pulsera mágica. Tiempo después desperté porque ella se había enojado y me había dejado inconsciente con un gran golpe suyo. Mi cabeza estaba sobre sus rodillas mientras nos reíamos y el viento cálido jugaba con nosotros.

Después de eso me dirigí a la escuela listo para aprender y entusiasmado por comenzar un nuevo día. En el salón esperaba impacientemente su llegada. Entro al salón y nuevamente se sentó frente a mí, trate de saludarla pero ella no respondía. Agacho la cabeza y solo veía correr lágrimas en su banco. La clase continuo y las demás clases también. En la clase de salud pública ella se voltio hacia mí pero antes de comenzar a hablar se quedo petrificada. Rápidamente se levanto y de su mochila saco un bastón con un pañuelo azul rey en su punta. Ella giro el palo con una mano, lo detuvo precipitadamente y grito: “¡Fractura dimensional: estado cinco!,” el tiempo se detuvo y toda la gente desapareció. Al mismo tiempo mi pulsera brillo. En un abrir y cerrar de ojos me había transportado a un mundo donde el tiempo no existe y la gente desaparece. De la puerta salió un personaje de ropas moradas diciendo: “Al fin te encontré maldita acecina de sangre fría, mi querida guardiana de las dimensiones.” Yo solo me quede atónito ante lo que veía. Samantha y un extraño luchando con bastones en medio de un salón de clases. En eso el desapareció de enfrente de ella y reapareciendo detrás de ella. Él grito con gran alegría: “Muere bestia asesina.” Yo me avente hacia el hombre de morado evitando que la golpeara mientras ella se volteaba. El me grito maldito mientras evitaba que se acercara a ella. El sonrío y nos dijo: “¡Uy!, necesitas que tu novio te ayude, creo que necesitas una mejor motivación…” Ella me grito que no me metiera pero antes de hacer algo él con toda la fuerza que tenía me propino un golpe con el palo en las costillas derechas. Solo veía rojo mientras chocaba en el pisaron, una luz blanquecina… Ella grito mi nombre mientras le propinaba un golpe asesino al hombre de morado. El hombre apenas se levanto por el golpe pero le dijo que esto apenas comenzaba.

Continuara…

Resultados de la segunda encuesta ¿Cuál es la historia que te gusto más?

Con la participación de 2 personas la segunda encuesta del blog termina así:


Muchas gracias por su participación. Espero que más gente participe en la siguiente encuesta. Nos vemos en la siguiente encuesta.