20/9/08

Triunvirato de Magia


Capitulo 2: Eventos Inesperados

Una vez disperso el humo se observaba desde las alturas una cúpula blanquecina. Una persona de vestimentas rojas permanecía en las alturas con los brazos cruzados. “Que mal, en verdad que mal, porque no te has muerto maldita Merlfire, así hubiera sido más fácil,” el hombre de prendas rojas dijo entre risas sangronas. Levanto sus manos e invoco al fuego mientras una enorme bola llameante aparecía. Merlfire guardo su espada y comenzó con una voz fuerte a proclamar un hechizo: “Tierra inestable, roca inmutable, precaria transformación, permuta la ejecución... ¡concatenación cadenaria!”

Levanto su brazo derecho y de pronto una cadera surgió del piso. Esta se dirigía precipitadamente hacia el hombre de rojo cuando a cinco centímetros de su pecho la punta de la cadena se detuvo. El solo sonrío diciendo: “Creo que la edad te ha afectado Merlfire… ya no puedes ni ejecutar un simple hechizo bien.” De pronto la cadena comenzó a temblar, era Merlfire que subía rápidamente por ella. Saco de su bolsillo izquierdo unos pergaminos, se mordió el dedo índice y escribió sobre ellos. Después de terminar los lanzo al aire mientras hacía doce señas con las manos. “Séptimo sello celestial de Buda,” ella grito mientras los papiros se dirigían hacia él como cuchillas asesinas. El hombre bajo sus brazos y de una manga saco una esfera de cristal. “Mostrare reflexus,” dijo con gran calma el hombre de prendas rojas mientras la esfera ascendía hasta el nivel de su cara.

Una pantalla de vidrio se posesiono frente a él mientras aquellos ocho pergaminos se acercaban rápidamente. Un pergamino se posesiono sobre él, otro se posiciono debajo de él y los restantes a su alrededor. Merlfire se detuvo a medio metro de la punta de la cadena quedando frente a él. Ella saco su espada celta mientras con una voz fuerte preguntaba: “¿Quién eres?” Él respondió tranquilamente: “Centinela 9… Winslow Grow tu pe-c-a-d-o…,” él dejo caer la esfera.

Al ver tal acción ella posiciono la espada hacia su cara mientras gritaba: “¡Segunda etapa del sellado!... ¡Cuarzo de Alcatraz!” La cadena se desplazo rápida mente a través del centro de cada pergamino que se encontraba a su alrededor. Velozmente se formo un círculo grueso con la cadena alrededor de él cuando de pronto la cadena se dirigió abruptamente al pergamino sobre su cabeza. Luego regreso hacia el anillo que había formado solo para dar un giro y precipitarse al pergamino debajo de él. Grow solo movía la boca mientras las cadenas formaban una estructura en forma de cuarzo.

La esfera de cristal reboto sobre el suelo… se escucho el sonido de listones moviéndose mientras Grow susurraba unas palabras: “Morten Genocidium.” Merlfire tan solo noto un movimiento sutil de sus labios mientras él mostraba una calma inexplicable.

“Mira alguien pregunta ¿En que se parecen la sangre, la nieve y la destrucción?... ¿No sabes?, es fácil. En que todas son bellas cuando caen a tu alrededor…,” Grow comento fríamente; pequeñas gotas rojas comenzaban a caer del cielo. Merlfire quedo petrificada ante tal escena mientras aquella tierna lluvia caía sobre ancianos, jóvenes, sabios y compañeros… todos estaban acostados sobre las gradas y en el piso como si tomaran una pequeña y cómoda siesta. Grow trono los dedos rompiendo las cadenas que lo encerraban, camino lentamente hacia Elizabeth y pronuncio unas palabras suavemente en su oído: “Primer acto...espadas del infortunio.”

De un momento a otro el paisaje se torno blanco. Alrededor de Elizabeth se observaban escombros y partes de cuerpos. Ella estaba parada frente a Grow con dos espadas incrustadas en el pecho (una que entraba hacia él y otra salía de él). Un niño gritaba mientras un señor le cerraba la boca. “Mis compañeros...,” el niño gritaba espantado ante lo que veía. Merlfire y Grow tan solo los veían extrañados mientras intercambiaban miradas con el señor. Merlfire reacciono y les grito que huyeran pero Grow se precipito hacia ellos. El señor tomo un bastón que traía en su espalda. Luego lo entero en el piso mientras recitaba unas palabras: “Tenacaztli mecatln iyohuilli tletl.” Del piso surgieron cuatro cuerdas que sujetaron cada extremidad del cuerpo de Grow. Las cuerdas comenzaron a retraerse retornado de nuevo a la tierra y sujetando firmemente a Grow al suelo. El señor suelta el bastón dejándolo caer al suelo, lo patea de la punta y recita unas últimas palabras: “Icpalli tenacaztli.” El cuerpo de Grow comienza a levitar mientras una silla de piedra sale del suelo; Rápidamente las cuerdas crean tensión y lo azotan contra está. Una vez en aquella silla con las manos y pies sujetos; el señor se acerca hacia donde esta Merlfire. Frente a ella llamo al niño por el nombre de Quetzalcóatl pero el solo permanecía hincado entre los escombros. Después de unos cuantos gritos el niño reacciono, camino hacia donde estaba su maestro el cual le ordeno que se posicionara detrás de Merlfire.

Ella le pregunto con debilidad: “Tonatiuh… ¿Cómo sigues vivo?...” Él tomo el mago de la espada que sobresalía de pecho de Merlfire y le pidió a Quetzalcóatl que tomara el mango que sobresalía en la espalda. Sin ningún gesto en la cara, Tonatiuh le respondió: “Acabamos de llegar… la verdad no sé ni lo que esta ocurriendo… (Hubo un pequeño silencio cuando de pronto grito)… ¡Jala!” Al momento en que retiraron las espadas estas no mostraban ninguna huella de sangre. Merlfire permanecía parada y estática mientras Tonatiuh daba cincos pasos hacia delante. Tonatiuh clavo la espada en el piso… le pido a Quetzalcóatl que hiciera lo mismo pero antes de eso él abraso fuertemente a Merlfire. Tonatiuh le dijo gentilmente al oído: “Ahorra puedes descansar…” Quetzalcóatl clavo la espada en el piso. Un circulo brillante unió a las espadas… desde el cielo se observaban círculos que formaban como un tiro al blanco en cuyo centro estaba Merlfire. 5, 3, 2, 1, 1 estos números aparecieron sobre los círculos formados. Merlfire callo desmayada sobre los brazos de Tonatiuh mientras machas rojas comenzaban a brotar de su vestido. La acostó en el piso y le pido a Quetzalcóatl que se quedara con ella.

Paso por un lado de Grow. Él cual le hablo: “Ganaste… ¿Por qué no completas el juego? (Sonrío Grow)… ¿Por qué no me das lo que merezco?... ¿A caso no ves a todos los muertos?...Tonatiuh siguió adelante pero contestando a lo que le había preguntado Grow susurro: “Yo no veo muertos… veo tan solo victimas… y ellas tan solo están durmiendo.”

Tonatiuh se detuvo en el centro de aquel mar de escombros y cuerpos, levanto las manos y con una sonrisa melancólica dijo: “El quito sol deberá desaparecer para que su gente sea libre… aquel sol del movimiento se consumirá… para salvar lo que aprecia mas… su pueblo…su esencia… su ser.” Todo el sitio se lleno de antiguas escrituras mientras con una sonrisa tierna al parecer se despedía de Quetzalcóatl… “Maestr… o,” Quetzalcóatl lloro.

“El quito sol deberá desaparecer para que su gente sea libre… aquel sol del movimiento se consumirá… Elizabeth despierta… para salvar lo que aprecia más… su pueblo…su esencia… su ser… Elizabeth despierta…”Merlfire se despertó con gran exaltación mientras observaba a su alrededor. Al parecer todo había sido un mal sueño ella pensó. La Corte Mágica prosiguió con gran calma. Nuevamente el señor de prendas verdes hizo su aparición para dar por concluida La Corte y dar el anuncio de la nueva cede que sería en el 2010 en la aldea Apache de Arizona.

Las personas se despedían de los grandes magos hasta que quedo solo el recinto. Merlfire y Lao Tse se encontraban platicados por un pasillo del edificio cuando de pronto Merlfire recordó que había olvidado las cartas de Stonehenge en su asiento. Ella le pidió a Lao Tse que se adelantara mientras recogía aquellas cartas.

Una vez frente aquel asiento comenzó a pensar en aquellas visiones que había tenido. Tomo las cartas y se digno a sentarse un rato. Entre risas, recuerdos y tonterías ella miraba con gran ternura a su alrededor. Al estar observando comenzó a notar algo en frente de ella. Al parecer la figura de una espada. Cerró los ojos y se los tallo para ver que lo que veía no era parte de su imaginación. Pero aun que lo hacia una y otra vez la espada seguía en ese lugar. De pronto una persona apareció apoyándose en la espada… ella dijo: “Tonatiuh…”

Había pinos por montón cubiertos con una fina capa de nieve al igual que el piso. El sol se ocultaba mientras pintaba de colores el firmamento… dos personas caminaban a la distancia…

“¿No tienes mido que te mate o… mate más personas?,” un señor pregunto.

“Aun no lo has hecho, ¿no?,” un joven respondió y pregunto.

“Esta bien… pero…si…mmm....,” el señor respondió pensativo.

El joven se detuvo.

“Si lo hago no hoy… sino mañana…,” el señor hablo de nuevo.

“Entonces veremos… no puedes juzgar a alguien que aun no ha hecho nada,” el joven replico. Los dos siguieron caminando en el bosque. “No puedes juzgar a alguien que aun no ha hecho nada… verdad maestro…,” el joven pensó mientras sonreía. El día callo, la luna salió, el viento soplo… los dos extraños continuaron con su viaje.

Continuara...

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