20/9/08

La Ciudad de la Princesa de Blanco


Capitulo 2: El deposito de Tláloc.

Al día siguiente yo y mi abuela fuimos al convento que estaba cerca de la aldea. Se nos estaba estrictamente prohibido salir de nuestra comunidad ya que las personas provenientes del mar a los que se hacia llamar “los españoles” cuidaban que nadie saliera o entrara a la aldea por razones que aun no comprendíamos. Mi abuela, yolicayotl, es la representante del pueblo y tenia muy buena relación con los monjes del convento especialmente con el monje Bernardo que era uno de los jefes del convento.

El sol apenas mostraba sus narices entre las montañas mientras nosotros nos escurríamos por un antiguo camino que usaban nuestros antecesores para llegar a lo que eran las ruinas del deposito de Tláloc*. El camino estaba lleno de abundante vegetación verde y pinos, el camino estaba marcado con pequeñas inscripciones puestas en la base de los pinos las cuales solo se podían visualizar si se les ponía cierta cantidad de agua ya que se confundían con el contorno de los pinos. Tiempo después llegamos a lo que al parecer era una cueva con un pino exactamente en medio de la entrada lo cual me dio mucha gracia porque pensé que ese pobre pinito no cubriría toda la entrada. Mi abuela se hinco en frete del pino que se encontraba en la entrada de la cueva y me pidió que pusiera agua a su alrededor, pronto surgió un mensaje el cual no entendía muy bien porque todavía no sabia escribir mi idioma pero lo único que entendí fueron los números que venían al final los cuales eran ce (uno), xictli (cero) y chicnahui (nueve). Mi abuela me dijo que me aprendiera muy bien los números y me dijo que la siguiera, al entrar a la cueva observe que sus paredes estaban cubiertas por enredaderas y que en el techo había aros tallados en la piedra que apenas eran perceptibles a simple vista.

“Oye Yaocuauhtli, ¿tú sabes cual era el pasatiempo mas divertido para nuestros antecesores?” pregunto mi abuela pero a pesar de que pensaba y pensaba no encontraba una respuesta mientras ella se comenzaba a reír discretamente. Después de un rato ella me respondió “Pues a ellos les fascinaban los acertijos especialmente los que envolvían las matemáticas, la astronomía y lo irreal, especialmente lo ultimo porque ellos decían que aquella persona que viera a través de lo obvió seria capas de ver lo irreal es decir lo que es real y descubrirá que lo que ve es tan solo una posibilidad de detrás de muchas más,” yo no le entendía muy bien y le pedí que me explicara un poco más y ella me respondió “Si tomas ome (dos) barras y las rompes en ome (dos) pedazos ¿Cuántas ramas tienes?” y yo le respondí que nahui (cuatro) pero ella se rió y me declaro “Imagínate que te hubiera dicho que ciertos datos que fueran falsos o que las ramas extra que partí antes de que las contaras las tire y tan solo me hubiera quedado con ome (dos) ramas en todo caso los resultados cambiarían pero al mismo tiempo tu respuesta es correcta pero es tan solo una posibilidad más. Mira tomemos el texto de la entrada lo puedes leer y veras que es un escrito con yei (tres) números al final; el escrito dice “calaquiliztli (Fragancia) aaqui (Gozar) icalaquian (oeste)**” muchas personas pensarían que es un poema con yei (tres) números al final pero otras pensarían que es una clave y en si sí lo es pero es una clave ce tzintiliztli ome itlamia yei (uno inicio dos al final de)*** que quiere decir que yei (tres) letras de cada palabra forman una nueva palabra que en nuestro caso seria el mensaje y porque yei (tres) letras porque son yei (tres) números al final.” Yo pensé que los números eran para algo más y le pregunte mientras me explicaba y ella dijo que si eran para otra cosa pero para descubrir el mensaje primero necesitas ver cuantos números hay al final y no dejarse llevar por los números en si (es decir que los sumes o pienses que es un código, etc.). Ella me siguió explicando que como es una clave ce tzintiliztli ome itlamia; la palabra numero ce (uno) tomarías las letras tzintiliztli (del inicio) y de las ultimas ome (dos) tomarías las itlamia (letras del final) y formaras la palabra calaquian (entrada) la cual nos indica que los yei (tres) números al final son nada mas y nada menos que unas coordenadas dentro de la cueva; ante tal respuesta me quede maravillado, la comencé a alabar mientras ella me decía que no me hiciera el tonto y que nos apresuráramos porque nos podrían descubrir. Ella vio los aros en el techo al igual que yo y me dijo que la siguiera hasta el aro chicnahui (nueve). Hay me ordeno que comenzara a caminar hacia la pared derecha mientras ella izquierda, cuando nos encontrábamos frente a las enredaderas me dijo que buscara un pasadizo el cual encontré y le avise a ella para que viniera. Los dos atravesamos las pesadas enredaderas y encontramos un pasillo oscuro con una puerta de madera al final, al llegar a ella la abrí cuidadosamente mientras esta crujía, al entrar me quede estupefacto había una estatua gigantesca de Tláloc de cuyas manos brotaba agua cristalina la cual caía en ome (dos) canastas de piedra (ce [una] por cada mano). Las canastas chorrean agua mediante unas ranuras cuadradas en su base hacia unas fuentes en el piso. Dentro de las fuentes hay una estatua que no es tocada por el agua pero el agua creaba una pantalla alrededor de las estatuas, en la fuente que corresponde al brazo derecho de Tláloc esta la estatua de Matlalcueye**** y la que corresponde al brazo izquierdo la de Chalchiutlicue*****. Las fuentes están conectadas a canales de piedra que se dirige unos cuantos pasos a delante y luego se introducen dentro de las paredes respectivas de cada canasta (la canasta derecha en la pared derecha y la izquierda en la izquierda). Entre las fuentes hay una puerta de piedra enorme con una pintura de Tláloc en ella.

Mi abuela se acercó a donde se metía el canal derecho a la pared y movió lo que al parecer era una cortina de hojas mientras me hacia señas de que la siguiera. Entramos a lo que era otro pasillo oscuro, ella me tomo de la mano diciéndome que al final del pasillo se encuentra una entrada al convento. Tiempo después yo le pregunte que como este pasillo se comunicaba con el convento; ella e respondió que tiempo después de la invasión se estableció el convento por estos rumbos y en la construcción de éste descubrieron este pasillo pero yo le comente al monje Bernardo que mejor lo dejara abierto en secreto por si algún día ocurría algo; este pasillo conduce exactamente a su habitación o mejor dicho a su ropero. Luego le dije que si entonces sabía del pasadizo porque hicieron ese recorrido y le pregunto lo de las claves, ella se rió mientra me decía: “para ver que hacías”. En fin, llegamos más tarde a lo que era una pequeña puerta de madera con una cuerda colgando a un lado la cual mi abuela jalo barias veces mientras se escuchaban unas campanadas. En cuestión de poco tiempo se escucho que alguien entro a toda prisa al cuarto mientras cerraban una puerta, se escuchaban pasos que se hacían más y más fuertes yo me puse muy nervioso pensando que nos descubriría pero en cuanto abrieron la pequeña puerta de madera mi abuela grito mientras yo gritaba del miedo. Al final termine llorando y mi abuela riéndose mientras el monje Bernardo nos sacaba del armario.

Yolicayotl y el monje Bernardo se dieron un gran abrazo mientras se decían que hace mucho tiempo que no se veían, el monje me sobo la cabeza y me dijo que a mis cinco años que me contaba la vida pero no le entendí muy bien y le respondí nada mientras el me sonreía. El nos pregunto que porque la inesperada visita y la abuela le me dijo que le entregara el disco pero antes de entregárselo alguien toco la puerta. El monje pregunto que quien era y solo se escucho Pablo uno de sus monaguillos mon. señor Bernardo, yo me llene de alegría porque era un amigo que conocí ase un año y hacia tiempo que no lo veía así que le grite Pablo soy Yaocuauhtli. El monje lo dejo pasar y de nuevo cerro la puerta mientras nos decía que no hiciéramos ruido y nos sentáramos aun lado de la mesa a platicar, la abuela y el monje se dirigieron a un pequeño cuarto que se encontraba alado de la cama del monje a platicar.

Hay con Pablo vi que el cuarto de monje Bernardo había una cama no muy grande, una cosa hecha de madera que llamaba ropero mi abuela, y una mesa con dos sillas donde estábamos Pablo y yo. El cuarto de atrás me comento este Pablo que se llama oratorio y es donde los monjes rezan.

El tiempo paso y mi abuela y el monje de nuevo entraron a la habitación principal con dos asientos. Se sentaron junto a nosotros, el monje me volvió a pedir el disco mientras lo sacaba de la bolsa que la traía. El monje lo observo de un lado a otro cuando de repente saco a Pablo del cuarto cerro la puerta y nos metió en el oratorio. El monje miro a mi abuela y le dijo que ciertas escrituras están en un idioma al que llaman latín y otras lenguas pero lo más importante es que el texto que viene latín menciona al reloj del o…caso…y la espada…de la Lu…z

Tiempo, números, oscuridad, estrellas, luz y fe todas partes de una misma verdad, la nada…

Ve a través de ellos y descubrirás…

No solo una verdad sino una infinidad respuestas…

Reloj mío no llores más…

Mira el atardecer y comienza correr tus manecillas ya…

Mientras que el cielo se oscurece…

Este rojo se torna…

Y los mares hiervan…

Es hora de que el reloj del ocaso comience a correr…

Es hora de que la espada brille una vez más…

Semper pax, lux aeternitatis

Continuara…

Es una historia inventada.

Referencias

*Tláloc: dios de las aguas que influyo en toda Mesoamrica.

Pagina: http://es.wikipedia.org/wiki/Tlaloc

**Goza la fragancia del Este

***Primer palabra al inicio de está, ultimas dos al final de estás

****Matlalcueye: Segunda esposa de Tláloc.

*****Chalchiutlicue: Tercer esposa de Tláloc. (Señora de las aguas dulces)

Pagina: http://es.wikipedia.org/wiki/Matlalcueye

Palabras de origen náhuatl:

Números: ce, xictli, chicnahui, ome, nahui y yei.

Palabras: Calaquian, calaquiliztli, aaqui, icalaquian, Tzintiliztli y Itlamia

Pagina: http://aulex.ohui.net/nah-es/

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esperare el misterio del disco
y el tunel del pino enmedio que lleva al monasterio bueno al ropero
jajaja
gran historia mi buen
epero la 3° parte
aunque batallo para leer nahuatl

atte chuy